Esta es la carta que el párroco de San Antonio de Beanagéber ha mandado a las provincias en referencia a los sucesos de las pasadas fiestas patronales de nuestro pueblo. Es una voz independiente, y a nuestro juicio muy valorable y significativa.
Me impacto y mucho leer en la prensa una noticia de la agencia Europa Press en la que se afirmaba que en nuestra Patria, ‘uno de cada tres jóvenes de 14 años se expondría a su primer consumo de alcohol durante estas vacaciones estivales, pudiendo llegar esta cifra a los 150 mil jóvenes de 14 años’.
Escribo estas letras, cuando la mayoría de los pueblos han pasado ya las fiestas patronales, y poder hacerlo de una manera más calmada y desapasionada, fiestas que por otra parte deberían llamarse de verano, puesto que el sentido religioso se ha perdido por completo, dando la impresión a veces, que ni tan siquiera los santos quieren salir a la calle.
Son ciertas las posturas preventivas que se toman desde las instancias oficiales. La Consellería de Sanidad de nuestra Generalitat, ha presentado la campaña ‘El alcohol puede esperar’, y está muy bien que todo esto se lleve a cabo. Pero yo quiero ir a otros niveles, porque mientras desde los estamentos ‘de arriba’ se trabaja en este campo, desde los estamentos ‘de abajo’, se descuida este campo totalmente. ¡En cuántos pueblos de nuestro entorno, las propias autoridades y policías locales hacen dejación de funciones, para hacer ‘la vista gorda’ durante las fiestas … !
Da verdadera pena, ver a niños y niñas de 12, 13 Y 14 años en la ‘fiesta de la espuma’, tan de moda por estos lares, ‘contentos de alcohol’, exponiéndose a caer dentro de la capa de espuma…, no darse cuenta nadie, y estar a punto de morir asfixiado (esto ha ocurrido). Y no hablemos de los ‘chiringuitos’ que se montan para las fiestas, donde se expenden todo tipo de bebidas alcohólicas, sin pedir en absoluto el DNI.
¿De qué vale tanta campaña, tanta preocupación desde las instancias superiores, cuando a nivel de pueblos se hace la vista gorda y se consiente todo?
En una sociedad tan permisiva como la nuestra, donde todo está bien visto y donde todo vale, no podemos esconder la cabeza como el avestruz, e ignorar el problema tan serio que tenemos con nuestros jóvenes en el campo del alcohol. Es cierto que las autoridades no pueden atajar ese problema. De nada valió la ley seca de 1919 en Estados Unidos. ¡Es verdad! Pero lo que sí pueden y deben es poner todas las trabas para que, por lo menos en las fiestas de los pueblos, donde las autoridades y policías locales tienen la ley a su favor, se haga difícil, ‘el hacer fácil que los menores de 18 años y los niños, tengan acceso al alcohol’.
Tal vez alguien piense que es bonito decir estas cosas desde fuera; pero si los de fuera no lo dicen ¿cómo vamos a esperar que lo hagan los de dentro? No pasarán demasiados años sin que veamos los nefastos resultados de estas ‘modas’.
Y si alguien piensa o cree que no sé lo que digo, que me pregunte personalmente.
Aquí os dejamos el enlace.
http://www.lasprovincias.es/v/20110930/opinion/cartas/toro-pasado-20110930.html