San Antonio de Benagéber, un pueblo sin una estructura sólida.
Hay que reconstruir este pueblo desde cero, desde la base. Un pueblo dormitorio, creado a base de urbanizar. Zonas urbanizadas que hoy y con el actual “modelo” de gestión son incapaces de mantener, una vez hundida la burbuja de la construcción, sumado a la falta de previsión nos han llevado a una situación insostenible.
Un pueblo sin cimientos, que ahora y sin los ingresos “fáciles” se tambalea. No se pensó en que un día SAB se poblaría de gente joven, con hijos, con muchas ganas de emprender y de trabajar.